Sentado frente al tesoro ubicado en el atrio de las mujeres,[2] vio a una viuda entregar como ofrenda dos monedas pequeñas, que el Evangelio de Marcos identifica como dos leptones o leptos[2] (Griego: Lepta), equivalentes a un cuadrante, la moneda romana de menor valor.
En cambio los ricos parecían dar mucho más.
[3] Algunas iglesias suelen utilizar el relato de la ofrenda de la viuda para animar a los fieles a seguir su ejemplo y hacer grandes ofrendas, a pesar de una situación precaria.
[4] Conectan esta historia con la condena de Jesús a los líderes religiosos que devoran las casas de las viudas en el versículo anterior (Evangelio según Lucas, capítulo 20).
Así Jesús no hubiera querido mostrar el ejemplo de un donante generoso, sino denunciar un caso de injusticia.