Parábola del fariseo y el publicano

Dirigiéndose a Dios en humildad, el publicano recibe la misericordia y la reconciliación que buscaba.

[2]​ Esta parábola, por lo tanto, muestra la importancia que posee la humildad y el arrepentimiento en contraste con la soberbia.

En la Iglesia Ortodoxa, se lee la parábola como parte del período de preparación que conduce a la Gran Cuaresma, pues muestra un ejemplo de humildad que debe ser practicado durante el periodo cuaresmal.

El Domingo del publicano y el fariseo da inicio a las tres semanas de la temporada precuaresmal y al primer uso del Triodion litúrgico (aunque la semana que sigue a este domingo es libre de ayuno[3]​).

Existen obras de pintores tales como: James Tissot, John Everett Millais, Hans Holbein the Younger, y Gustave Doré.

El fariseo y el publicano , un fresco barroco encontrado en la Abadía de Ottobeuren .
El fariseo, ilustración de la parábola.
El publicano, ilustración de la parábola.
Segmento de un vitral sobre la parábola, en la iglesia de Janskerk ( Gouda ).