En otras palabras, este libro era una flagrante diatriba contra el judaísmo caraíta y las enseñanzas de Anán ben David.
Abraham ibn Daud fue el primer pensador judío partidario del racionalismo de Aristóteles.
Antes que él, solo los filósofos musulmanes, como Avicena y Alfarabi —que ejercieron notable influencia sobre él—, lo habían sido.
Hasta entonces los pensadores judíos habían tendido al neoplatonismo, como es el caso de Ibn Gabirol en su Fons Vitae.
En torno a 1160 Ibn Daud escribió en árabe su obra filosófica Al-Akidah al-Rafiyah, que fue traducida al hebreo en dos ocasiones, siendo conservada la versión titulada "Ha-Emunah ha-Ramah" ('La fe sublime').