Los temerosos de Dios (en griego koiné: φοβούμενοι τὸν Θεόν, phoboumenoi ton Theon)[1] o adoradores de Dios (en griego koné: θεοσεβεῖς, Theosebeis)[1] eran los gentiles que simpatizaban con el judaísmo en el mundo grecorromano.
[11][14] Conforme los judíos emigraban y se asentaban en las provincias romanas del Imperio, cierto número de paganos comenzaron a encontrar atractiva su religión por diversos motivos.
Todos estos eran griegos o romanos provenientes de todas las clases sociales: la gran mayoría eran mujeres[14] y libertos[14], pero había también artesanos, soldados e incluso algunas personas de la clase alta, como patricios y senadores.
La literatura rabínica posterior desarrollará este tema llegando al concepto de los Noajitas, es decir, gentiles que siguen las Siete Leyes de Noé, que según los rabinos pertenecerían a la alianza hecha entre Dios y Noé.
Los estudiosos modernos consideran que los temerosos de Dios jugaron un papel muy significativo en el crecimiento del cristianismo.