Tango romanza

Está inspirado en las viejas romanzas, arias italianas de carácter sencillo y tierno que tienen características melódicas, sin rastros del típico canyengue, y con una técnica musical más depurada que la corriente en el género.

Por su calidad de ejecutante y su delicadeza en la ejecución fue llamado "el Chopin del tango".

[1]​ Entre las variantes importantes que introdujo Cobián en el marco de la función conductora del piano en las orquestas típicas se encuentran la décima arpegiada en la mano izquierda y el relleno con dibujos en los bajos en el vacío de los claros melódicos[2]​ Fue la base del llamado acompañamiento armonizado del tango, al que posteriormente Francisco De Caro dio forma definitiva, al que adhirieron ejecutantes de la talla de los pianistas Carlos V. G. Flores, Eduardo Pereyra, José María Rizzuti y Raimundo Petillo y, ya más adelante, Armando Baliotti, Armando Federico, Ángel Massini, José Pascual, Juan Polito, Osvaldo Pugliese, Eduardo Scalise y José Tinelli, entre otros.

[2]​ Enrique Pedro Delfino (1895-1967) fue un destacado pianista, también conocido como 'Delfy, que escribió más de doscientos tangos, algunos de los cuales son considerados verdaderos clásicos del género, como Re Fa Si, Milonguita, Haragán, La copa del olvido, Ventanita florida y Al pie de la Santa Cruz.

Griseta no es el primer tango romanza aunque sí el primero que se publicó con esa denominación.