La letra narra la historia de un obrero al que tras una huelga con “lucha sangrienta” es expulsado del país, motivo por el cual el tango sufrió la censura entre 1943 y 1949.
Algunos autores consideran que al personaje del tango lo envían con “los pies engrillados” a la cárcel de Ushuaia pero el mismo Battistella aclaró en un reportaje que se trataba de una deportación.
[9] Eduardo Giorlandini recuerda la frase, según la cual el tango "es el libro de quejas del arrabal" y dice que en ocasiones se afirma que la letrística tanguera es de protesta, constituye literatura social o comprometida.
[10] A partir de 1943 dentro de una campaña iniciada por el la dictadura de 1943 que obligó a suprimir el lenguaje lunfardo, como así también cualquier referencia a la embriaguez o expresiones que en forma arbitraria eran consideradas inmorales o negativas para el idioma o para el país el tango no pudo emitirse por radiofonía con su letra original.
[7] Las restricciones continuaron al asumir el gobierno constitucional el general Perón y en 1949 directivos de Sadaic le solicitaron al administrador de Correos y Telecomunicaciones en una entrevista que se las anularan, pero sin resultado.