En sí, no existe una pauta exacta para saber cuándo iniciar el tratamiento, salvo el uso de la clínica y el estado inmunitario del paciente.
La recomendación de tratamiento antirretroviral a pacientes asintomáticos requiere evaluar los posibles riesgos y beneficios.
Los agentes antirretrovirales individualmente no suprimen la infección por VIH a largo plazo, por lo cual deben usarse en combinaciones.
Otros factores que limitan las combinaciones disponibles son la aparición de efectos colaterales graves.
En caso de que aparezca resistencia vírica a la terapia altamente supresiva, las opciones son escasas.
La terapia intermitente es un enfoque experimental diseñado para reducir la exposición a los fármacos y limitar, así, la cantidad de efectos adversos.
Sin embargo, datos recientes sugieren que este enfoque es inefectivo y deriva en aumento de la resistencia vírica.
Sin embargo, en los países subdesarrollados, el acceso limitado a los tratamientos hace que las tasas de mortalidad continúen en niveles alarmantes.
Normalmente, los análogos nucleósidos se convierten en el cuerpo a nucleótidos, por lo cual el saltarse este paso deriva en menor toxicidad y disminuye el tiempo de latencia del fármaco.
Son potentes antirretrovíricos y se ha demostrado cierta eficacia en regímenes sin análogos de nucleósidos, pero siempre en combinación (p.
Además de esta, hay otras posibles combinaciones a dosis fija que están siendo valoradas.
Además todas estas combinaciones incluyen entre sus componentes análogos de nucleósidos, que tienen efectos secundarios a largo plazo como la insuficiencia renal, posible toxicidad ósea o aumento del riesgo cardiovascular; por ello se están estudiando combinaciones sin tenofovir o abacavir (p. ej.
No poseen por sí mismos actividad antiviral, pero potencian los efectos de los antivíricos.