Sonata para violín n.º 8 (Beethoven)

[6]​ Ese fue un año muy positivo para Beethoven tanto desde el punto de vista privado como profesional.

En 1801 el príncipe Carl von Lichnowsky le había garantizado una renta vitalicia de 600 florines.

Si su ocupación fuera otra su pérdida de audición podría ser aceptable, pero como músico era devastadora.

También tenía dificultades para seguir una conversación, ya que no podía oír las palabras pronunciadas en voz baja.

[7]​ Además de estas piezas, compuso numerosas obras en los años siguientes: las tres sonatas para piano Op.

30 de la siguiente manera: "Actualmente tenemos tres Sonatas para piano y violín, que le enviaremos si así lo desean".

Sin embargo, la editorial de Leipzig no mostró interés alguno, por lo que las sonatas fueron publicadas por el Bureau des Arts et d'Industrie.

Abundan las sorpresas, entre las que se incluyen pequeños toques como la chirriante puntuación del violín al final de la frase inicial de cuatro compases, y la transición mucho más significativa a la dominante menor para el segundo tema.

El segundo movimiento, Tempo di minuetto, ma molto moderato e grazioso, está en mi bemol mayor, en compás de 3/4 y sigue una forma ternaria similar a una canción de tipo ABA' más coda.

Las secciones exteriores vacilan entre las tonalidades de mi bemol mayor y sol menor, mientras que la contrastante sección central gira en espiral hacia mi bemol menor poco antes del retorno de la mayor.

Este tema está presente en varias armonías incluida la de mi bemol mayor, la tonalidad del movimiento central.

Beethoven en 1801, por Carl Riedel .
Alejandro I de Rusia, dedicatario de las piezas.
Tema del segundo movimiento.