En aquel año, Majencio había declarado la guerra a Constantino, alegando pretender vengar la muerte de su padre Maximiano (r. 285-308, 310), quien se había suicidado después de ser derrotado por él.
Al morir Flavio Severo,[4][5] Galerio invadió Italia para intentar vengar su muerte, pero al percatarse que Majencio estaría tratando de ganarse a su ejército, prefirió no confiar en sus propias tropas y retirarse.
[4][5] Entre 308 y 310, Maximiano intentó asumir todo el poder, en desmedro de su hijo Majencio, sin lograr su objetivo.
Cuando sus intrigas se vieron frustradas, Maximiano Hercúleo regresó al lado su yerno Constantino en Galia,[4] donde murió en el año 310 después de haber sido implicado en un complot contra este.
[8][9] Según las crónicas del historiador Zósimo, las fuerzas constantinianas consistían de 90 000 legionarios y 8000 jinetes.
[19][22] La batalla del Puente Milvio constituyó el último enfrentamiento de la guerra entre ambos emperadores.