En 306, el augusto del occidente Constancio Cloro (r. 293-306) falleció en Eboracum (actual York, Inglaterra),[1] y sus soldados –acantonados en esta región de Britania– proclamaron entonces como sucesor a su hijo Constantino.
En 307, al mando de un gran ejército Flavio Severo consiguió asediar Roma, pero fue vencido y posteriormente ejecutado.
[15][16][17] Constantino las derrotó y continuó hasta Mediolanum (hoy Milán), donde le abrieron las puertas.
[18][19] En esa época, Majencio había nombrado como prefecto del pretorio a Ruricio Pompeyano y dispuesto su cuartel general en Verona.
Constantino, al darse cuenta de que su camino estaba obstruido, ordenó a su propia caballería seguir adelante y arremeter contra el enemigo.
[12][20] A partir de aquí, Constantino marcharía hacia Roma para enfrentarse directamente con Majencio en la batalla del Puente Milvio.