Las elecciones o comicios son un proceso institucional en el que los electores eligen con su voto, entre una pluralidad de candidatos a quienes ocuparán los cargos políticos en una democracia representativa.Las elecciones judiciales, en que el pueblo determina las personas que van a interpretar las leyes, solamente se celebran en la actualidad en el Estado Plurinacional de Bolivia, correspondiendo en el resto de países democráticos su elección al poder legislativo y/o ejecutivo.[1] Las características de las elecciones en cada país se regulan en la legislación electoral, que define su peculiar sistema electoral, como por ejemplo su naturaleza de elecciones directas (la totalidad de la ciudadanía elige directamente con su voto al cargo elegido) o indirectas (hay un cuerpo intermedio, compuesto por representantes elegidos por toda la ciudadanía, que es el que toma la decisión).La resolución de los conflictos que en las elecciones se produzcan corresponde en España en exclusiva a la Junta Electoral Central o a las juntas electorales de rango inferior que por delegación legal se establezcan.[10] Bajo la anterior Constitución Soloniana (c. 574 a. C.), todos los ciudadanos atenienses podían votar en las asambleas populares, en asuntos de derecho y política, y como jurados, pero sólo las tres clases más altas de ciudadanos podían votar en las elecciones.En el electorado generalmente no se encuentra incluida la población entera; por ejemplo, muchos países les prohíben votar a las personas declaradas mentalmente incompetentes y a las mujeres; además, todas las jurisdicciones requieren una edad mínima para votar.La extensión del derecho al voto de otros grupos que se mantienen excluidos en algunos lugares (tales como los convictos por felonía, miembros de ciertas minorías y los desaventajados económicamente) continúa siendo una meta significativa para los derechos electorales.En algunos países el voto es obligatorio por ley; si un votante no ejerce su deber, puede verse sujeto a castigos, que van desde multas pequeñas hasta prisión.En la mayoría de democracias representativas, como por ejemplo los Estados Unidos, algunas posiciones no son llenadas mediante elecciones; por ejemplo, los jueces son usualmente designados para proteger su imparcialidad, aun así existen excepciones a esta práctica.Sin embargo, en algunos casos los sistemas electorales permiten la elección de candidatos que no reciben la mayor cantidad de votos populares; siendo un ejemplo reciente la elección estadounidense del año 2000 donde fue elegido Presidente George W. Bush y del año 2016 donde fue elegido Presidente Donald Trump.