Las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) se realizaron el 11 de agosto.
La noche misma de las elecciones, el presidente Macri anunció públicamente que el resultado había sido «muy malo» para el oficialismo[8] y recomendó a sus seguidores «irse a dormir», cuando aún el escrutinio oficial no había hecho público ningún resultado, circunstancia que generó diversas críticas.
Tras ello, el extitular del Banco Central Martín Redrado acusó al presidente Mauricio Macri de haber ordenado el lunes dejar correr el valor del dólar para que los “argentinos aprendan a quién votar”[15] Días después el dictamen de la fiscalía ordenaba investigar si el Ejecutivo instruyó al BCRA para que no interviniera en el mercado cambiario el 12 de agosto, donde se produjo “una suba indefinida del dólar” frente a la cual el BCRA se comportó de modo “anormal, extraño e inusual” investigándose si hubo una instrucción directa del presidente para causar una corrida cambiaria.
[19][20] Tras la subida inicial ese martes el dólar cayó un 2% y el índice del JP Morgan de riesgo país se redujo 7%.
[22] Por su parte el candidato a vicepresidente agregó que "El presidente está en control, esto no terminó".
Macri admitió que sería positivo mantener una conversación con Fernández, para garantizar la gobernabilidad.
[26] Esa misma tarde Macri y Fernández conversaron telefónicamente por primera vez.
Ambos declararon a la prensa que estaban satisfechos con el encuentro y los acuerdos básicos alcanzados con el objetivo de preservar la institucionalidad, respetar la voluntad democrática de la población y tranquilizar a los mercados,[27][28] iniciando un proceso de reuniones entre el oficialismo y la oposición para dar estabilidad a la economía durante el proceso electoral.