Espiritismo (América Latina)

También existe la creencia en un mundo espiritual habitado por entidades desencarnadas que pueden evolucionar gradualmente de manera intelectual y moral.

El espiritismo comparte muchos de sus conceptos fundamentales con el espiritualismo del siglo XIX como se practicaba en los Estados Unidos y Europa.

Durante este período, varios libros sobre la figura del médium y otras prácticas espirituales aparecieron en América Latina.

Muchas veces, estos rituales involucran a un pequeño grupo de personas, aunque también hay sesiones individuales.

El espiritismo de cordón deriva su nombre del ritual, en el que los participantes forman un círculo y se toman las manos.

El ritual asociado con el espiritismo de cordón se considera física, mental y emocionalmente difícil.

Quienes participan en éste se paran en círculo tomados de la mano mientras caminan en sentido antihorario.

Los ruidos producidos crean un ritmo hipnótico que lleva al médium a un estado alterado de la consciencia.

Sus logros para resolver problemas y curar a las personas les permitirán tener una clasificación más alta.

La misa por los muertos llevada a cabo por devotos involucra una mesa con un paño blanco, hierbas y fotos de los parientes fallecidos.

El movimiento no desapareció a pesar de las prohibiciones impuestas para evitar su propagación por la isla.

La primera, fue un movimiento de la clase media, que utilizó los métodos kardecianos en un intento por mejorar el desarrollo del país.

Más tarde, a principios del siglo XX, inmigrantes comenzaron a llegar Puerto Rico desde otras áreas de las Antillas, como Haití, Cuba y la República Dominicana, trayendo consigo otras formas de espiritismo.

Sin embargo, cuando los practicantes de la santería y el Palo Mayombe cubanos, el vudú haitiano o las 21 Divisiones dominicanas vieron rasgos similares en estas prácticas, comenzaron a mezclarse con el espiritismo criollo y la Mesa Blanca para dar lugar una forma de espiritismo altamente sincrética llamada Sanse.

En el santerismo, quien dirige las ceremonias es conocido como «Padrino» (hombre), igual que en la santería, o «Madrina» (mujer).

El padrino está presente cuando la posesión tiene lugar mientras se toca música religiosa o cantos afrocubanos para alabar a los Orishas.

Antes de la ceremonia, hay una purificación religiosa del área para alejar a los espíritus malignos.

Por ejemplo, se pronuncia una oración a Elegguá para proteger el ritual de los espíritus no deseados o malvados.

El sahumerio consiste en la quema de carbón, ajo, incienso y otras hierbas para desterrar a los espíritus malignos del lugar; también requiere un lavado con agua bendita.

Curandero espiritista promocionándose en la entrada a un cementerio de La Paz , Bolivia
Ritual espiritista en Brasil
Fetiche santero al orisha Obatalá .