A mediados del siglo XVII, varias familias de españoles dedicadas al cultivo del añil residían en las poblaciones de Apastepeque, Tepetitán e Ixtepeque.
Esto motivó a los vecinos desplazados a fundar una nueva colonia en 1635, decisión comunicada al Alcalde Mayor de San Salvador don Juan Sarmiento de Valderrama.
También fue levantada una iglesia parroquial cuyo primer cura y vicario fue José Becerra Corral.
Sin embargo, en la localidad hubo exaltación al momento de declararse la independencia centroamericana.
En ese tiempo, la población era descrita como: “una Ciudad que ofrece un vecindario, cuya adhesión al sistema, amor al orden y a la libertad es incorruptible” … “que tiene además edificios competentes, una temperatura sana y todas las comodidades apreciables”.
Sus alrededores son bellísimos y hay en la ciudad muy buenos baños públicos”.
En cuanto se tuvo noticia en San Salvador de la entonces llamada «catástrofe» el Ministro de Beneficencia, doctor don Francisco Antonio Reyes, partió a la ciudad llevando consigo fondos para atender a las necesidades del vecindario.
Debido al suceso, don José mandó construir una capilla en honor de la virgen, pero no llegó a ver la obra culminada por su fallecimiento.
Por último la ermita pasó a manos de don Francisco Quintanilla quien levantó un templo más suntuoso que fue comenzado en 1762 y estrenado en 1769.
Los habitantes de San Vicente tienen como la fiesta más importante la cual es las fiestas patronales en honor de san Vicente Abad y Mártir la cual ellos disfrutan a lo máximo por sus elegantes y bonitas alboradas, su elección de india y reina y sus bonitas carrozas la cuales se pueden apreciar todas las noches del mes de diciembre.
Debe mencionarse también que estas celebraciones, se desarrollan bajo la modalidad de asignar a cada barrio o asociación un día específico bajo su responsabilidad.
Por lo que realizan una serie de actividades durante el año para recaudar fondos y poder sufragar los gastos de la celebración del día que se les ha asignado.
Ese día comienza la actividad a las 00 horas con un recorrido por toda la ciudad en la cual se va reventando pólvora durante toda la madrugada hasta finalizar el recorrido tipo 6am con la respectiva bebida de atol shuco con frijoles y pan francés.
Actualmente San Vicente no cuenta con equipo en la Primera División de El Salvador, cuenta con sala y estadio acondicionado para practicar atletismo, fútbol, baloncesto y salto largo.