Rubí

Pertenece a la familia del corindón, junto al zafiro, siendo una convención de nombre la única diferencia entre ambas gemas.

Es considerado una de las cuatro gemas preciosas junto al zafiro, la esmeralda y el diamante.

Se encuentran yacimientos de rubíes en Birmania, Sri Lanka, India, Madagascar, Mozambique, Tailandia, Brasil, Colombia, China y Rusia, además de encontrarse en menor cantidad en Sudáfrica, Australia, Groenlandia y Estados Unidos.

[6]​ Los rubíes sintéticos se produjeron por primera vez en 1923 mezclando alumbre y pigmentos de cromo.

Este método permite la producción de piedras muy similares química y físicamente a las naturales.

Sin embargo, los iones Cr3+ son más grandes y tienen orbitales electrónicos en diferentes direcciones que el aluminio.

[8]​ Esas diferencias de energía corresponden a la absorción en las regiones ultravioleta, violeta y amarillo-verde del espectro.

Theodore Maiman afirma que "debido al bajo nivel de cromo en estos cristales, muestran un color rojo más claro que el rubí de piedra preciosa y se denominan rubí rosa'.

Debido a la dificultad y subjetividad de estas distinciones, organizaciones comerciales como la International Colored Gemstone Association (ICGA) han adoptado la definición más amplia de rubí, que abarca sus tonos más claros, incluido el rosa.

En 1877, Edmond Frémy y el vidriero industrial Charles Feil fabrican corindón de cristal a partir del cual se pueden tallar pequeñas piedras.

Los rubíes sintéticos pueden no presentar imperfecciones visibles a simple vista, pero una ampliación puede revelar estrías curvas y burbujas de gas.

A algunos rubíes manufacturados se les añaden dopantes para poder identificarlos como sintéticos, pero la mayoría necesitan pruebas gemológicas para determinar su origen.

Otro tratamiento, que se ha hecho más frecuente en los últimos años, es el relleno con vidrio de plomo.

Rellenar las fracturas del interior del rubí con vidrio de plomo (o un material similar) mejora drásticamente la transparencia de la piedra, haciendo que rubíes antes inadecuados sean aptos para aplicaciones en joyería.

[17]​ El proceso se realiza en cuatro pasos: Si es necesario añadir un color, el polvo de vidrio puede «mejorarse» con cobre u otros óxidos metálicos, así como con elementos como sodio, calcio, potasio, etc.

El segundo proceso de calentamiento puede repetirse tres o cuatro veces, incluso aplicando mezclas diferentes.

[19]​ Cuando se calientan joyas que contienen rubíes (para repararlas) no se deben recubrir con ácido bórico ni con ninguna otra sustancia, ya que puede grabar la superficie; No es necesario «protegerlo» como un diamante.

Sus usos no se restringen a joyería, en la que su valor depende de su color, tamaño, densidad y pureza.

Los antiguos grabaron poco en rubí y Plinio el Viejo da por razón de ello que los sellos hechos con esta sustancia se llevaban la cera.

La dureza excesiva del rubí, su alto precio, la rareza de los planos propios para el grabado son ciertamente las verdaderas causas que impidieron a los artistas de la antigüedad grabar el rubí.

Principales países productores de rubí
Cristal de rubí sin pulir
Estructura cristalina de los rubíes.
Estructura cristalina del rubí que muestra la sustitución de iones Al 3+ (azul) por Cr 3+ (rojo). La densidad de sustitución de iones Cr 3+ en este modelo es de aproximadamente el 2%, aproximándose al dopaje máximo que se encuentra normalmente. [ 7 ] ​.
Transmitancia del rubí en espectros ópticos y del infrarrojo cercano. Obsérvense las dos bandas anchas de absorción violeta y amarillo-verde y una banda estrecha de absorción a la longitud de onda de 694 nm, que es la longitud de onda del láser de rubí.
Un rubí soporta el eje del volante en un reloj mecánico.
Anillo con un rubí de cinco quilates.