Romanos 2

Romanos 3:1-9; 3:27-4:25; 9:19-21; 10:14-21; 11:17-24; 14: 4-12) se asemeja a la diatriba',[5]​ una forma de argumentación mediante el «debate» con un oponente imaginario (tan común entre los filósofos del Cínismo o del Estoicismo), como responder a las objeciones utilizando la expresión «¡de ninguna manera!Romanos 3:4, 6, 31; 6:2,15; 7:7,13; 9:14; 11:1, 11) para «arrastrar» al lector a la «conversación» del lado de Pablo.[13]​ El Textus Receptus (1550) dice en griego: ιδε συ ιουδαιος επονομαζη,[15]​ ide su ioudaios eponomazē, que se tradujo en la Versión King James como «He aquí que te llamas judío».[3]​ San Pablo, siguiendo el estilo de los filósofos estoicos en sus disputas, se dirige a un interlocutor judío imaginario (cf.Dios, imparcial en su juicio, evaluará a cada persona según su conducta y cómo ha cumplido la Ley.Estos versículos muestran que Dios recompensa o castiga a cada uno de manera justa, no según su origen, sino con base en sus acciones y la aceptación o rechazo de su gracia.Con este ejemplo, San Pablo expone que los judíos no han vivido conforme a los preceptos de la Ley.Para todos, este pasaje es una invitación a actuar de manera coherente con la fe que se profesa.Curiosamente, algunos gentiles, sin estar circuncidados, podían cumplir ciertos mandamientos de la Ley mejor que los judíos.De esto se deduce que lo verdaderamente importante ante Dios no es la circuncisión física, sino la disposición del corazón para obedecer sus mandatos.Pablo responde con otra pregunta: si Dios fuera injusto, ¿cómo podría juzgar al mundo?.
Fragmento c a h que contiene partes de la Epístola a los Romanos en el Papiro 40 , escrito hacia el año 250 d. C..
Romanos 2:12-13 en el Papiro 113 (siglo III )