Alcanzó el grado de coronel y llegó a ser pagador general del Ejército.
La candidatura de Ávila Camacho, aunque designada por su antecesor Lázaro Cárdenas no recibió todos los apoyos de algunos políticos denominados cardenistas debido a que la ideología del candidato y la del presidente no era la misma.
En Sinaloa, disputaban la candidatura oficial a la gubernatura Guillermo Liera Berrelleza y el entonces senador Rodolfo T. Loaiza; este último con la declarada simpatía del gobenador saliente, el cardenista Alfredo Delgado Ibarra.
Una situación análoga ocurrió el mismo año en las elecciones del estado de Chihuahua.
Por su parte Loaiza perseveró en su filiación cardenista y comenzó a liderar la formación de un bloque de gobernadores simpatizantes del mismo e integrado por los mandatarios de los estados de la costa del océano Pacífico; todo esto apoyado a que al haber estallado la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico el gobierno federal había declarado a esos estados como zona militarizada en 1942 y nombrado a Cárdenas como su comandante.
Loaiza continuó el resto de su gobierno, y durante el mismo se convirtió además en el primer gobernante en comenzar a combatir el cultivo de estupefacientes y el inicio del narcotráfico en su estado, que con los años lo volvería célebre, particularmente en zonas como el Triángulo Dorado.