Tras terminar sus estudios de Filosofía y Teología en la Universidad de Padua marchó a Roma bajo la protección de su tío Alberto, señor de Carpi y embajador cesáreo ante la Curia romana, que estaba casado con Cecilia Orsini, hija del cardenal Franciotto Orsini (primo del papa León X).
En 1523 Clemente VII le hizo su mayordomo y en 1528 fue nombrado obispo de Faenza, aunque nunca residió en su diócesis, gobernándola por medio de vicarios.
El año siguiente, junto con Cristoforo Giacobazzi ejerció como legado ante la corte del emperador Carlos V y la del rey Francisco I de Francia con la doble misión de intentar componer la paz entre ambos y convocar un concilio para responder a la Reforma protestante.
Al mismo tiempo ofició como legado en Roma durante la ausencia del papa para su encuentro con el emperador.
Participó en el cónclave de 1549-50 en que fue elegido papa Julio III, y desde esa misma fecha perteneció al Santo Oficio creado ocho años antes, en cuyas funciones intervino en los procesos seguidos contra Giovanni Morone, Reginald Pole, Lodovico Castelvetro o los barnabitas.