Cristoforo Giacobazzi

[2]​ Tras estudiar derecho fue admitido como referendario del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, fue canónigo de la basílica de San Pedro desde 1517 y obispo de Cassano desde que su tío Domenico le cediera la diócesis en 1523, aunque al igual que éste nunca residió en su sede, gobernándola por medio de vicarios.

Bajo el pontificado de Paulo III estuvo al frente de la Dataría apostólica, fue auditor del Sacro palacio, prelado doméstico del papa, abreviador de cartas apostólicas y secretario apostólico, y en el consistorio de 1536 fue creado cardenal; recibió el título de Santa Anastasia, que al año siguiente cambió por el de San Eustaquio.

En 1537 junto al cardenal Rodolfo Pio di Carpi ejerció como legado ante la corte del emperador Carlos V y la del rey Francisco I de Francia con la doble misión de intentar componer la paz entre ambos, enfrentados en las guerras italianas, y convocar un concilio para responder a la Reforma protestante.

En 1539 fue nombrado legado en Perugia y Umbría con el objetivo de tratar el pago de los impuestos que la Santa Sede exigía.

Giacobazzi, que había vuelto a Roma durante los disturbios, regresó a Perugia en septiembre de 1540, pero murió pocos días después;[3]​ su cuerpo fue trasladado a Roma y sepultado en la iglesia de San Eustaquio de esta ciudad.