[3] Otros como José María Pastor Blanco discuten sin embargo esta clasificación y lo consideran una unidad o, en todo caso, lo subdividen en los pueblos de los valles del alto Najerilla y el resto de la región.
A pesar de ello, creen que lo más acertado es considerar al espacio lingüístico riojano como una unidad.
La lengua romance hablada en La Rioja sería el navarroaragonés en su variedad local llamada riojano precastellano.
[2] Esta situación dejó abundantes restos toponímicos vascos repartidos por toda La Rioja que han sobrevivido hasta la actualidad y en menor medida rasgos lingüísticos, especialmente léxico relativo a la vida rural y medio ambiente, (herramientas, plantas, animales, actividades agro-ganaderas etc..) que son las de mayor probabilidad de conservación.
[10] El euskera hablado en La Rioja no era una mera importación del norte, sino que tenía rasgos dialectales y peculiaridades propias, además partía de un sustrato de hablantes del mismo en la zona muy antiguo, muy anterior a las supuestas repoblaciones vascas habidas en la Edad Media.
Por esta razón se ha postulado que el euskera iría desapareciendo de La Rioja en dirección este-oeste norte-sur y llega a conservarse en la zona sur-oeste hasta la edad moderna.
No son casos fortuitos debidos al azar: la geografía y la historia condicionan los hechos lingüísticos".
Se trata de un hecho lingüístico probablemente muy antiguo que acaso nos traslade a los orígenes mismos del idioma.
Esto es así excepto en algunas zonas periféricas muy concretas de la región, como en los pueblos cercanos al nacimiento del Río Najerilla, donde la entonación es idéntica a la castellana.
Se hallan cada vez menos a medida que transcurre el tiempo y son en la actualidad inexistentes en forma escrita.