En la resolución del laudo no se expresan claramente todos los territorios,:[1]
Este laudo no satisfizo ni a castellanos ni a navarros, no siendo respetado por el rey castellano que en julio de ese año 1177 estaba ya en Cuenca junto con el de Aragón conspirando contra Sancho.
Añadimos también por este laudo que las mencionadas treguas firmadas, según se ha expuesto, entre vosotros, tal como nos consta por vuestro escrito y por la declaración pública de vuestros representantes realizada de acuerdeo a Derecho, deben ser respetadas inviolablemente hasta el fin del plazo acordado.
dé a Sancho, su tío, tres mil maravedíes anualmente durante un decenio, que se pagarán en tres plazos anuales y se entregarán en Burgos, a saber, a los cuatro primeros meses después de realizarse la citada restitución mutua, mil maravedíes, y la cabo de los siguientes cuatro meses, otros mil y al terminar los siguientes cuatro meses por tercera vez, otros mil maravedis, de modo que cada uno de estos diez años posteriores a la dicha restitución, se paguen tres mil maravedíes en los mencionados plazos en en el lugar fijado, a Sancho, rey de Navarra.
Los argumentos de los embajadores navarros se fundamentaron en: Por el contrario los argumentos castellanos fueron: Seguidamente se resumen las peticiones de las partes, transcrito y traducido por el paleógrafo y doctor en Historia José Ángel Lema Pueyo.