Revuelta jariyí (866-896)

Ibn 'Abd al-Hamid al-Shari obtuvo varias victorias en los años siguientes, lo que suscitó una respuesta más vigorosa de los califas abasíes.La revuelta fue aplastada finalmente en el 896, tras varias campañas del califa Al-Mutadid (892-902) para restaurar la autoridad califal en la región.Estos problemas se exacerbaron en el 865, cuando los califas rivales Al-Musta'ín (862-866) y Al-Mu'tazz (866-869) disputaron una guerra civil en Irak central, que dejó miles de muertos y causó graves perjuicios económicos a la región.Esta victoria reforzó la autoridad de al-Shari en la región,[13]​[14]​ y al año siguiente emprendió una expedición contra Mosul.Permaneció en ella brevemente, dirigiendo las plegarias del viernes, y luego se retiró a al-Haditha.Estas operaciones comenzaron en tiempos del califa Al-Mu'tazz (866-869), cuyas fuerzas no pudieron vencer a los rebeldes.[29]​ Después del derrocamiento y muerte de al-Mutaz, su sucesor Al-Muhtadi (869-870) continuó las campañas contra los jariyíes.La suerte resultó adversa a al-Shari, cuyas fuerzas estaban debilitadas por un combate anterior contra un jariyí disidente, por lo que finalmente ordenó la retirada.Así, eligieron luego a Ayyub ibn Hayyan al-Wariqi al-Bajali, al que juraron fidelidad.Ibn Jurzad se arrepintió posteriormente de haber rehusado la jefatura y solicitó el cargo, petición que los jariyíes rechazaron.Finalmente los jariyíes eligieron a Harún ibn 'Abd Allah al-Bajali, cuyo número de seguidores creció rápidamente.Ibn Jurzad optó por no hacerle frente, lo que le permitió a al-Bajali asumir la autoridad del difunto al-Shari en la región de Mosul.[49]​[50]​[51]​ Poco después, la región empezó a sufrir las incursiones de los Banu Shayban; en respuesta, al-Bajali y Hamdan unieron fuerzas para detenerlos.[53]​[51]​ Al-Bajali y Hamdan se aliaron a los habitantes de Mosul en torno al 892, tras alzarse estos contra su gobernador, Muhammad ibn Ishaq ibn Kundaj, y expulsar de la ciudad a su vicegobernador.[56]​[57]​ El califa al-Mutamid falleció en octubre del 892 y le sucedió su sobrino al-Mutadid (892-902).El nuevo califa se dedicó de inmediato a restablecer la autoridad califal sobre las provincias centrales del Estado, que bajo sus predecesores habían estado en manos de gobernadores autónomos y grupos rebeldes.[59]​[60]​[57]​ En enero de 895, avanzó nuevamente por la provincia, esta vez contra Hamdan, debido a la liga que este mantenía con al-Bajali y los jariyíes.Hamdan decidió huir y los defensores se apresuraron a rendirse al califa.Nasr al-Qushuri escribió una amenazadora carta al jariyí para que se sometiese; al-Bajali, sin embargo, respondió orgullosamente, rehusando la intimación.Cuando mostraron la misiva al califa, este nombró a al-Hasan ibn Ali Kurah gobernador de Mosul y le encomendó la lucha contra los jariyíes.Ibn Ali Kurah cruzó el Zab y se enfrentó a al-Bajali en una reñida batalla que concluyó con la derrota de este.Huseín lo encontró cerca del Tigris y lo persiguió; el rebelde intentó huir, pero lo alcanzaron cuando lo acompañaban cien de sus seguidores.El propio califa entró entonces en ella y se dirigió al palacio.El propio Huseín y sus hermanos fueron nombrados para varios puestos gubernamentales, algunos en la Mesopotamia Superior.Arrebató Amida a Muhammad ibn Ahmad al-Shaybani en 899,[77]​ y cuando concluyó su reinado en el 902, gran parte de la provincia estaba nuevamente bajo la autoridad del gobierno central.
La revuelta jariyí se dilató a lo largo del reinado de cuatro califas, de Al-Mu'tazz la Al-Mutadid .
Dinar de oro del califa Al-Mutamid (870-892)
El Califato abasí en el 900. Las zonas en verde oscuro representan los territorios controlados directamente por el califa.