La riqueza natural compartida entre ambas orillas proviene en gran medida de la posición de frontera zoológica y ruta migratoria entre los continentes europeo y africano y que determina el enriquecimiento en especies ya sea de paso o nidificantes estacionales.
La fauna marina del estrecho de Gibraltar es muy variada gracias a las corrientes.
Además, al ser el único paso entre el Mediterráneo y el Atlántico, las especies migratorias circulan por las profundidades del mar durante casi todo el año.
Entre las especies marinas cabe destacar la presencia de cetáceos como: delfines, calderones, cachalotes, orcas o incluso rorcuales comunes.
Entre los riesgos que amenazan la conservación del entorno en ambos países destacan los incendios forestales, la presión urbanística y la contaminación tanto ambiental como marítima en la zona del Estrecho.