[4][5][6] El retorno a la democracia generó mayor libertad en la televisión para abordar distintas temáticas, entre ellas la diversidad sexual.
Además del mayordomo Amadeo Morales (Luis Gnecco) en Trampas y caretas (TVN, 1992), el chef Pierre Lafont (Felipe Armas) en Marrón glacé (Canal 13, 1993), Juanito Lyon (Rodolfo Bravo) en Ámame (TVN, 1993), José Luis (Claudio Valenzuela) en Juegos de fuego (TVN, 1995) y Rolando «Rolo» Moreira (Gabriel Prieto) en Loca piel (TVN, 1997),[1] los programas humorísticos comenzaron a utilizar reiteradamente personajes del mismo estilo, como por ejemplo el espacio Jappening con ja con el sketch «Le Bisoñé», en el que se realizaba una burla del estereotipo del peluquero afeminado; otros personajes caracterizados como homosexuales en tono de comedia surgidos en esta época fueron Tony Esbelt (Mauricio Flores), Alfonsito (Gilberto Guzmán), Chalo (Claudio Reyes) y El Cochiguaz (Claudio Valenzuela).
En los episodios siguientes se reveló que poseía pareja (interpretada por Carlos Díaz), salió del clóset con su grupo de amigos y no era caricaturizado en la historia.
[10] En los primeros años de la década los personajes LGBT que aparecieron en las teleseries chilenas fueron el asistente teatral Macario Ortega «Orteguita» (Eduardo Soto) en Pampa Ilusión (TVN, 2001), Mauricio «El Rucio» Jiménez (Andrés Velasco) en Amores de mercado (TVN, 2001) —interpretando a un coreógrafo afeminado— y Recaredo Oyarzún (Mauricio Pesutic) en Purasangre (TVN, 2002), este último el primer personaje abiertamente homosexual que era padre de una hija —Brenda Valenzuela, interpretada por Sigrid Alegría—.
[15][16][17] Diferentes telenovelas chilenas han visibilizado las relaciones de gais y lesbianas a partir de 2003, entre las que se cuentan: Ídolos (TVN, 2004) con la historia lésbica entre Emilia Escorza (Liliana García) y su secretaria Denisse Figueroa (Alexandra Vega),[3] Los treinta (TVN, 2005) con el personaje del chef Benito Lorca (Juan José Gurruchaga) que tenía asumida su homosexualidad, Cómplices (TVN, 2006) con la relación entre Sebastián Opazo (Néstor Cantillana) y Javier Nuñez (Ricardo Fernández) —cuyo beso en el capítulo final fue censurado—, Vivir con 10 (CHV, 2007) con las historias de Pastora Solé (Javiera Hernández) y Colín Mackenzie (William Edgar) —quienes descubren y exploran su homosexualidad a lo largo de la trama—, El señor de La Querencia (TVN, 2008) con Lucrecia Santa María (Lorena Bosch) en un personaje que recibió elogios de la comunidad lésbica chilena, ¿Dónde está Elisa?
(TVN, 2009) con la relación entre Javier Goyenechea (César Caillet) e Ignacio Cousiño (Álvaro Morales), Los exitosos Pells (TVN, 2009) con la trama entre Martín (Ricardo Fernández) y Tomás Aldunate (Sebastián Layseca) —quienes se dieron el primer beso gay en pantalla en horario apto para menores—, y Conde Vrolok (TVN, 2009-2010) con la historia de Úrsula (Antonia Santa María), una vampira lesbiana.
La denuncia del CNTV señalaba «la persistente ridiculización de la referida minoría, empleada para suscitar la hilaridad del público, representa un hostigamiento, que no puede sino herir la dignidad de sus personas, a la vez que vulnerar, por el depósito de intolerancia a él subyacente, el pluralismo, componente inmanente a todo sistema democrático».
[27] Algunas series que poseían personajes abiertamente LGBT fueron Cumpleaños (TVN, 2011), Pic-Nic (Vía X, 2012) en donde Amanda Ericson (Valentina Pollarolo) desarrolla una relación lésbica durante algunos capítulos con Romina (Sofía Oportot), y Familia moderna (Mega, 2015), esta última adaptación chilena de la serie estadounidense Modern Family.
Demente (Mega, 2021) presentó la relación lésbica entre Flavia Betancourt (Patricia Rivadeneira) y Javiera Cáceres (Íngrid Cruz), que fue apodada por los fanáticos como «Flaviera».