No cumplió la sentencia completa ya que varios intelectuales pidieron su indulto, entre ellos, la premio Nobel Gabriela Mistral.
Todo esto lo recogió en la novela Cárcel de mujeres,[2] a instancias del crítico literario Hernán Díaz Arrieta (Alone), que le animó a que escribiera su experiencia.
[4] Geel ya había destacado por abordar la realidad desde la interioridad de sus personajes, especialmente femeninos.
En ningún momento escribe sobre su situación personal y el por qué ella había llegado allí.
La confusión e igualación entre criminal y lesbiana también se da en la figura de la presa María López.