Regimiento de Caballería de Calatrava

En 1944 se cambia la denominación a Dragones de Calatrava.En 1700, Felipe V disolvió las milicias urbanas y reestructuró el Ejército en regimientos, según el modelo europeo, estableciendo nuevos grados o empleos como los de teniente, brigadier,..Un segundo intento anglo-portugués tratando de tomar Ciudad Rodrigo también fue rechazado.Otros hechos destacados del Regimiento de Calatrava tuvieron lugar en Hernani, bajo el mando del brigadier Noguera, y en el Maestrazgo.El Regimiento de Calatrava, con el comandante Bastos, el capitán Alamar, el ayudante Lafuente y otros oficiales, al mando del coronel don José Merelo, se unió al General Prim en la Sublevación de Villarejo de Salvanés.Este hecho supuso un impulso al pronunciamiento militar, que finalmente fracasó, porque otras unidades militares supuestamente comprometidas no se unieron al mismo.Así que "los pronunciados pasaron unos días dando vueltas por tierras castellanas, mientras aguardaban en vano que se les sumasen otras fuerzas, y acabaron internándose en Portugal, sin atacar Madrid".Al principio las Cortes rechazaron el concepto de una república para España, y Serrano fue nombrado regente mientras se buscaba un monarca adecuado para liderar el país.El regimiento de Calatrava participó en la tercera guerra carlista en Navarra y Cataluña, teniendo entre sus filas de comandante a Juan Contreras Martínez, a las órdenes de su padre, el general en jefe don Juan Contreras y Román.El Regimiento "Calatrava" nº 2 ocupó el cuartel "General Arroquia" (Plaza de la Glorieta) relevando al Batallón de Zapadores nº 7, que lo había venido ocupando desde 1931 y fue enviado a Alcalá de Henares, a la antigua base del "Calatrava"·.El día que se produjo el alzamiento se hallaba fuera de Salamanca, quizás alertado por el gobierno de la situación, por lo que el mando del regimiento lo ejercía interinamente el Teniente Coronel Enrique Salazar Ibáñez.Caballero permaneció en Cataluña durante casi toda la guerra, siendo capturado por las tropas sublevadas durante la toma por éstas de Barcelona, pues al parecer se negó a dejar la ciudad; murió fusilado pocos días después de la caída de la capital catalana.
Ipsi peribunt, Tu autem permanebis