El choque tuvo como resultado una derrota anglo-portuguesa con cerca de 2.000 a 3.000 bajas entre muertos, heridos y prisioneros contra los 400 soldados españoles muertos o heridos, de acuerdo con las fuentes españolas y portuguesas contemporáneas o casi contemporáneas.
[4][5][6] El marqués de Bay intentó cercar a Olivenza, pero los portugueses, cuyo ejército cubría la frontera, introdujeron municiones y víveres en la plaza que lo hicieron desistir.
Apenas tenían presencia en el Sudoeste de la península ibérica y su peso e influencia en la guerra era poca o ninguna.
[10] Según la Gaceta de Londres Nº 4538 los hombres del ejército aliado se encontraban “todos en muy buen orden" y según el informe posterior de los prisioneros y en cualquier caso, los aliados eran globalmente superiores en número a los españoles,[2] aunque la caballería española fuese más numerosa que su contraria.
Por otra parte las fuerzas españolas, según su informe oficial de la batalla, estaba compuesta por 24 batallones y 47 escuadrones.
[2] Estas cifras son casi iguales a las portuguesas: 24 batallones y 16 regimientos de caballería.
[9] El ejército conjunto, quien había tendido hasta nueve puentes a lo largo del río Caya, estaba preparado para la lucha.
[11] Sobre el comportamiento de los británicos en el campo de batalla, quienes desacreditaron a los portugueses, un analista londinense actual ha dicho: "Por mi parte yo creo que las historias y las excusas que nos llegaron desde allí son, como poco, tan pobres como parece haber sido nuestra conducta y lucha.