Sitio de Gerona (1711)

Durante la Guerra de Sucesión Española, Francia había luchado del lado de Felipe V, el nieto del entonces monarca francés Luis XIV.

Desde ese momento Francia consiguió numerosos éxitos militares: en el frente continental, el duque de Villars logró una victoria decisiva en la Batalla de Denain, y en el peninsular, Vendôme salió victorioso en las batallas de Brihuega y Villaviciosa.

Por tanto, las tropas francesas, comandadas por Noailles, llegaron a la ciudad de Gerona.

La ciudad capituló el 14 de enero de 1711 y el día 25 fueron firmadas las capitulaciones, por las que los ciudadanos que habían sido movilizados no serían castigados.

Tras reunirse los brazos generales, se decidió continuar con la lucha en defensa propia.