La familia Ortega Munilla también colaboró con esta Institución, prestó su propia biblioteca a las alumnas de la Residencia, y mantuvo buena amistad con sus alumnas, profesoras y con el propio Padre Poveda.
[5] Ortega fue también una eficaz promotora en la creación del "Grupo de señoritas",[6] y actuó como Directora interina en algunas ocasiones.
En esta junta la representación española recayó en Rafaela Ortega juntamente con María Goyri y José Castillejo (Secretario de la Junta para Ampliación de Estudios, JAE) siendo los otros miembros los del equipo estadounidense del Instituto Internacional: Sarah Huntington, Anna Thompson y Susan Hamilton.
[10] La Residencia de Señoritas influyó fuertemente en la sociedad de su época, ya que vinculó a mujeres intelectuales, filósofas, políticas, abogadas y escritoras que propiciaron la participación de la mujer en el mundo social, económico, intelectual y político, entre ellas Victoria Kent, Zenobia Camprubí, Rosa Chacel, Margarita Sirga, María Zambrano, María Pilar Oñate, y María Lejárraga.
[11][12] Finalizada su colaboración con la Residencia de Señoritas en los años 30 (había colaborado desde su fundación en 1915, entonces en la calle Fortuny),[13] Ortega se dedicó completamente al apostolado católico, siguiendo su vocación religiosa, según relató su sobrina Soledad Ortega.