Pese a considerarse republicano, no participa en una contienda que le parecía absurda.
Concluida ya esta, se vuelve a encontrar en el exilio londinense con Cernuda y con Prieto, que comparten una vivienda en Londres.
Allí conoció a José María Quiroga Pla, con quien sostuvo un largo epistolario hasta su fallecimiento en 1955.
Amor, teatro y caballos en la obra de Federico García Lorca, Londres: Dolphin Books Co., 1970.
[3] Supervisó también, junto a Marie Laffranque, otra edición de Lorca en Barcelona: Seix Barral, 1978.