Rumasa

El grupo se cimentó principalmente en el sector vitivinícola, y el bancario, comenzando en la comarca de Jerez y extendiéndose después al ámbito nacional[2]​ e incluso internacional.

Rumasa estaba presente, entre otros, en los siguientes sectores: El emblema del grupo era una abeja, como símbolo de laboriosidad, contenida en una celda.

El grupo producía una revista para sus empleados: La Colmena, y el empresario declaraba que «soy un empresario de cincuenta años sin ninguna clase de entretenimiento o deporte.

[8]​ El Gobierno usó la expropiación en lugar de una intervención limitada a los bancos por la complejidad del entramado del grupo y al no considerar los problemas como coyunturales, sino estructurales.

[12]​ El Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo también acordaron en nueve sentencias que se había respetado la legalidad en la reprivatización de Galerías Preciados, Banco Atlántico, Hotasa e inmobiliarias.

En relación con el justiprecio de los accionistas de las empresas expropiadas, el Tribunal Supremo también ha fallado en dos ocasiones que la fijación del justiprecio solo era aplicable a los accionistas terceros minoritarios y no a los propietarios del Grupo Rumasa, que estos (familia Ruiz-Mateos y Jiménez de Tejada) deberían atenerse a lo que resultara del proceso de consolidación total de las cuentas en la cabecera del grupo.

No pudiendo encontrarse un comprador para todo el grupo, debido a su gran tamaño, el Estado comenzó a vender las empresas que componían el grupo de forma individualizada.

Este proceso duró varios años, hasta que en 2002 la SEPI concluyó la privatización de RUMASA, vendiendo las últimas fincas del grupo.

[15]​ El grupo Mountleigh puso a Peter Carr al frente, y renovó tanto las tiendas como la imagen corporativa de la empresa.

Sin embargo, los propietarios de Galerías atravesaron una difícil situación interna que afectó a la compañía.

[16]​ Tras entrar en números rojos, Mountleigh vendió la cadena en 1992 a un grupo inversor español, liderado por los empresarios Justo López Tello y Fernando Sada, por un importe de 21.200 millones de pesetas.

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Eduardo Sotillos , portavoz del Gobierno, acompañado de Miguel Boyer , ministro de Economía y Hacienda; Carlos Romero , ministro de Agricultura, Carlos Solchaga , ministro de Industria, y Enrique Barón Crespo , ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones, comparece ante los medios de comunicación en la rueda de prensa sobre la expropiación de Rumasa celebrada el 24 de febrero de 1983, en el palacio de la Moncloa.