[1] Asimismo, se asimilan a ciudades aquellos pueblos que ejerzan el rol de capital provincial o regional.
[4] En el siglo XVIII, con las reformas borbónicas en marcha, se dio un nuevo auge en la fundación de ciudades.
En esta época, se distinguían los centros urbanos en pueblos, villas y ciudades; sólo los dos últimos podían ser cabeza de una subdelegación, y una villa podía convertirse en ciudad mediante decreto del ejecutivo, o excepcionalmente por medio de una ley.
En el Norte Grande, gracias al auge minero surgen centros urbanos privados conocidos como oficinas, que tras la crisis del '29 fueron abandonadas progresivamente, quedando Pedro de Valdivia y María Elena como únicos vestigios.
[2] Pueblo, en geografía, hace referencia a una de las dos entidades urbanas identificadas en Chile, definida como un asentamiento humano con una población que puede varias entre 2001 y 5000 habitantes, siempre que la población que se encuentra económicamente activa, ya sea en actividades secundarias y/o terciarias, sea igual o superior al 50% de su población.