La Gran Colombia se enfrentó en una guerra con el Perú por una controversia limítrofe en la zona de Tumbes, Jaén y Maynas.
Se señaló como límite el río Putumayo, excepto en una franja conocida como trapecio amazónico, bajo soberanía de Colombia.
[8] Este acto, en un inicio considerado como un problema doméstico, fue el que dio origen a la guerra colombo-peruana.
La delegación colombiana, por Roberto Urdaneta Arbeláez, Luis Cano Villegas y Guillermo Valencia Castillo.
En las conversaciones de los jefes, se acordó adoptar una agenda común, por lo que las dos delegaciones presentarían memorandos.
Sin embargo, ante las diferencias irreconciliables entre ambas notas, se resolvió prescindir de estas.
La parte peruana rechazó esa idea, afirmando que un tribunal era inadecuado para resolver el problema, insistiendo en el arbitraje.
Las negociaciones continuaron, insistiendo la posición peruana en varios canjes de territorios, siendo todos rechazados por la delegación colombiana.
La mediación del canciller brasileño fue fundamental para que ambas partes llegaran a un acuerdo en Río de Janeiro.