Primer asedio de Valencia (Venezuela)

[16]​ El 9 de marzo, Urdaneta presentó batalla a 700 infantes y 300 jinetes realistas, pero fue vencido y la ciudad saqueada, debiendo huir a San Carlos, donde llegó el 11 de marzo[17]​ con apenas 180 hombres.[16]​ Aunque el coronel realista tenía 800[18]​ a 1200 hombres, Urdaneta se abre paso y entra en la plaza, quedando sitiado, donde resiste con bravura hasta que se le agota el agua,[16]​ resistiendo con 500 efectivos los ataques producidos entre los días 12 y 16 de ese mes.[25]​ Incursiones de montoneras indisciplinadas fueron frecuentes durante aquellos meses en Valencia y sus alrededores, pero la guarnición se mantuvo invicta.[30]​ Mariano Torrente y José Domingo Díaz mencionan que 400 infantes eran del regimiento Granada.[31]​[32]​ Francisco Javier Yanes dice que eran «El 28 de marzo fué sitiada la ciudad [Valencia] por Ceballos, Calzada y Ramos que con 4000 hombres principiaron sus operaciones incendiando varias casas antes de intimar la rendición».[19]​ Por su parte, Tomás Cipriano de Mosquera estima en 6000 si se cuentan a los hombres que traía Boves al final del asedio.[38]​ Sin embargo, el ensayista colombiano Alberto Pinzón Sánchez reduce los números a 3000 aportados por Ceballos y 1500 traídos por Boves al final del asedio.[39]​ El historiador Esteves González cree que Boves llegó con cerca de 2000 hombres a Valencia.[26]​ El historiador Guillermo Ruiz Rivas dice que eran 340 soldados más algunos voluntarios civiles.[41]​ El historiador venezolano Augusto Mijares menciona que Urdaneta tenía menos de 1000 hombres protegiendo la ciudad.También les fue difícil recolectar agua, pues los pueblos cercanos eran realistas y la zona estaba plagada de guerrillas que atacaban a los recolectores.[35]​ Se previno a los vecinos que recolectaran los alimentos que pudieran para ellos mismos y se expulsó a los incapaces de luchar, pero quedaron cuarenta civiles en la plaza, incluyendo el arzobispo Narciso Coll y Prat.[49]​ El 31 de marzo, los defensores se quedaron sin acceso al río Cabriales,[50]​ pues los realistas tenían fuerzas muy superiores y podían poner unidades fuera del tiro de la artillería patriota para atacar a todo aquel que se acercaba al curso fluvial.[53]​ Decidió dejar 600 llaneros a cargo de los teniente coroneles La Calzada y Ramos, para ayudar en el ataque que debía producirse ese mismo día.[39]​ Para ese entonces la guarnición había quedado reducida a la mitad y los defensores no se creían capaces de rechazar otro ataque.[55]​ Los realistas bombardearon con su artillería la villa durante toda la noche, pero sólo para proteger su retirada por el camino a San Carlos.[54]​ En cambio, Baralt afirma que no pudieron enviar ninguna guerrilla a perseguirlos.Destacaban las mujeres que habían hecho trabajos como acarrear agua, estando varias heridas.