Se trata de una prefectura apostólica latina, inmediatamente sujeta a la Santa Sede.
En la primera mitad del siglo XIV se atestigua en la región la existencia de la diócesis de Almalik en el Imperio mongol, encomendada a los misioneros franciscanos.
Todos los misioneros extranjeros fueron expulsados de China comunista.
[2] En el período de 1966 a 1976 la Revolución Cultural se ensañó especialmente contra la religión, destruyéndose numerosas iglesias.
Según la Guide to the Catholic Church in China, en 2014 la prefectura apostólica contaba con cerca de 9000 fieles, 13 iglesias y 21 sacerdotes.