Piratería en Canarias

Aunque los piratas, en teoría, estaban fuera del control y del amparo de cualquier nación, éstas se aprovechaban, e incluso llegaban a apoyarlos, siempre que las víctimas fueran sus acérrimos enemigos, por lo que a veces se puede confundir entre un pirata y un corsario.[1]​ Los preciados tesoros y especies de la nueva tierra descubierta eran un gran botín para los piratas.[2]​ En los años finales del siglo XVI se sumarían a esta actividad los holandeses.La inseguridad, no solo para navegar por las islas, sino también de la vida de los isleños frente a los ataques piratas, hizo que se creara la figura del capitán general con funciones tanto militares como políticas.Al ataque le oponen resistencia las tropas españolas, bajo el mando del general Antonio Gutiérrez de Otero, y un destacamento francés que se encontraba en la isla.Ya en tierra firma una paz, en la que se compromete a no intentar apoderarse de las Canarias.La mayor defensa de las islas, junto al declive de la piratería, hace que poco a poco las poblaciones y capitales se asentaran en la costa, ganando en importancia y desarrollo respecto a las del interior.
Representación del ataque del almirante neerlandés Pieter van der Does a Las Palmas de Gran Canaria (1599).
Horacio Nelson herido durante el ataque a Santa Cruz de Tenerife de 1797 . Óleo de Richard Westall.
Mural que representa el ataque de Charles Windon a San Sebastián de La Gomera (1743). Iglesia de la Asunción de San Sebastián de La Gomera .
Ilustración del pirata Cabeza de Perro (1897).