Es también conocido por haber sido el capitán del navío que rescató al náufrago Alexander Selkirk.
Su padre, que poseía acciones en varias embarcaciones, murió cuando Rogers estaba entre sus 20 y 30 años de edad, por lo que Rogers quedó a cargo del negocio familiar a partir de ese instante.
Después, puso nuevamente rumbo a Europa donde realizó una carta náutica en español con la descripción de todas las costas entre Acapulco y Chiloé.
Poco después, resultó herido en algunos combates en el Pacífico, y su hermano fue asesinado.
Posteriormente, escribió sobre sus experiencias navales en un libro titulado A Cruising Voyage Round the World, que tuvo una buena recepción comercial en parte a que el público sentía una cierta fascinación por el rescate de Selkirk.