Existen algunos testimonios del idioma pericú, pero son insuficientes para poder clasificar filogenéticamente su lengua.
Massey la asignaba a grupos guaicuras, ya fueran los coras o los aripes.
W. Michael Mathes (1975) argumentaba que La Paz debió ser ocupada por los pericúes durante los siglos XVI y XVII, pero que posteriormente debió ser ocupada por los guaicuras, alrededor de los años 1668 y 1720.
William C. Massey (1949) sugería que el Pericú y el guaicura debieron constituir una familia lingüística a la que llamó guaicuriana,[1][2] pero al parecer, esta afinidad se planteó sólo con base en la proximidad geográfica.
Las misiones destinadas al servicio de los pericúes fueron establecidas en Airapí (1720), Añiñí (1724), y Añuití (1730).
Los pericúes padecieron aún más, sin embargo, debido a las muertes ocasionadas por los combates contra los españoles y los efectos de las epidemias traídas por los conquistadores de Europa, lo que completó su exterminio.
Los recursos de la tierra incluían al maguey, la pitaya, y el venado.
La división social del trabajo entre los pericúes estaba basada principalmente en la distinción de género y edad.
Se muestran unos fragmentos de la mitología que les permitían curar las enfermedades.
Tras este acto, el cuerpo debió ser cortado a la altura de la vértebra lumbar.