Entre los pericúes, los moluscos con conchas se empleaban con propósitos alimenticios[2] pero también principalmente como un bien de consumo suntuario.
[3] Los enterramientos de El Conchalito parecen haber sido realizados en dos etapas.
El primer momento correspondía al entierro inmediato a la muerte de la persona.
En un segundo momento, los restos del cuerpo eran exhumados y fracturados a la altura de la vértebra lumbar cuando el cuerpo se encontraba en un estado de descomposición avanzado.
Los restos eran nuevamente sepultados entre conchas pulverizadas, arena y ceniza.