Es la continuación de la rentable colaboración entre Juan de Orduña y Aurora Bautista, que en plena popularidad tras el éxito de Locura de amor (1948), estrenaron ese mismo año Agustina de Aragón.
El protagonista infantil fue Carlos Larrañaga, actor muy popular y solicitado a partir de entonces.
Ambientada en el último tercio del siglo XIX,[1] el niño Paquito sale del internado en el que estudia para pasar las vacaciones con su madre, la condesa de Albornoz.
Pronto se apercibe, sin embargo, de la vida disoluta que lleva la mujer, quien, pese a estar casada, mantiene relaciones con distintos hombres.
Esta actitud conducirá al rechazo social y también al de su propio hijo.