La valencia es el número de electrones que le faltan o debe ceder un elemento químico para completar su último nivel de energía.
Diferentes autores utilizan distintas definiciones de valencia, lo que crea un debate sobre cuál es la correcta.
N2O5, NH4O, P2O5, etc.) Es en este modo, según Franklin, que sus afinidades están mejor satisfechas.
[6] El concepto de valencia se desarrolló en la segunda mitad del siglo XIX y ayudó a explicar con éxito la estructura molecular de los compuestos inorgánicos y orgánicos.
Lothar Meyer en su libro de 1864, Die modernen Theorien der Chemie, que contenía una primera versión de la tabla periódica con 28 elementos, clasificó por primera vez los elementos en seis familias según su valencia.
Por ejemplo, en la molécula de hexafluoruro de azufre (SF6), Pauling consideró que el azufre forma 6 enlaces verdaderos de dos electrones utilizando orbitales atómicos híbridos sp3d2, que combinan un orbital s, tres orbitales p y dos orbitales d. Sin embargo, más recientemente, cálculos cuántico-mecánicos sobre esta molécula y otras similares han demostrado que el papel de los orbitales d en el enlace es mínimo, y que la molécula SF6 debería describirse como una molécula con 6 enlaces covalentes polares (en parte iónicos) formados por sólo cuatro orbitales en el azufre (un s y tres p) de acuerdo con la regla del octeto, junto con seis orbitales en los fluorinos.
Luego, un enlace entre estos dos átomos resultaría porque se complementarían o compartirían sus tendencias en el balance de la valencia.
Subsecuentemente, actualmente es más común hablar de enlace covalente en vez de valencia, que ha caído en desuso del nivel más alto de trabajo, con los avances en la teoría del enlace químico, pero aún es usado ampliamente en estudios elementales donde provee una introducción heurística a la materia.
Se creía originalmente que el número de enlaces formados por un elemento dado era una propiedad química fija y, en efecto, en muchos casos, es una buena aproximación.
Sin embargo, pronto se hizo evidente que, para muchos elementos, la valencia podría variar entre compuestos diferentes.
La versión actual, adoptada en 1994, es la siguiente:[14] Esta definición reimpone una valencia única para cada elemento a expensas de despreciar, en muchos casos, una gran parte de su química.
En efecto, la definición IUPAC sólo puede ser resuelta al fijar las valencias del hidrógeno y el flúor como uno, convención que ha sido seguida acá.