Allí conoció al Conde de Floridablanca, quien lo seleccionó para desempeñar diversos cargos públicos.Tras cursar estudios en la Universidad de Salamanca, se dedicó al comercio.Pedro López de Lerena hubo de organizar la rebaja de las alcabalas, sistematizar los aranceles haciendo frente a algunos refractarios arrendadores de aduanas, encauzar el desarrollo del Banco Nacional, también promovió desde este puesto importantes reformas en las rentas, mejorando su administración, introduciendo nuevas contribuciones y fomentando la riqueza pública.Esta junta se puede considerar como el origen del Consejo de Ministros.El nombramiento tuvo lugar por decreto el día 13, "...he venido en concederle plaza en dicho Consejo con la casa de aposento y los emolumentos correspondientes, libre de media anata."Pedro López de Lerena contrajo matrimonio en tres ocasiones.En las jornadas de caza en los Reales Sitios de Aranjuez disponía también de las necesarias habitaciones, además del transporte, que incluía: 4 mulas, 6 acémilas y un coche, por su cargo en Hacienda; y una calesa, 2 acémilas y una mula más por su cargo en Guerra.Este retrato fue magníficamente trazado hacia 1791 por el notable pintor Mariano Salvador Maella, y se encuentra depositado en el Museo del Prado (sala 089, segunda planta).Quizá por este motivo fue Berganzo quien encargó el retrato del Conde Lerena a Maella hacia 1790, tal y como se puede leer en el documento que aparece en dicho retrato.Sirvió a Su Majestad con el celo, actividad y acierto que es notorio por el tiempo de 26 años en varios empleos y comisiones del real servicio, entre los quales merecen particular memoria la intendencia del ejército que tomó el castillo de San Felipe en Mahón, la del ejército de Andalucía y del que bloqueó a Gibraltar, y la asistencia de Sevilla en que hizo servicios muy distinguidos, especialmente en esta ciudad con motivo de la extraordinaria riada que ocurrió en ella a fines del año de 1783.Desde su cargo de ministro, López de Lerena contribuyó a mejorar su localidad natal, Valdemoro, disponiendo que se fundara en ella una escuela municipal financiada con su dinero y que se dejara estudiar gratuitamente en ella a los pobres.[4] Pedro López de Lerena publicó entre otros libros: