Fue apodado «el Galán» y «el Justador», porque desde su juventud sobresalía en el manejo de la lanza, destacando en cuantas justas y torneos participaba.
Siguiendo la tradición familiar, fue criado en la corte castellana, primero en la del rey Enrique, y después en la de los Reyes Católicos, por quienes fue nombrado contino en 1484.
[4] Llegó a ser con los años un experto militar y uno de los más afamados coroneles del ejército de los Reyes Católicos.
Su gobierno se caracterizó por la corrupción y la falta de justicia.
Se caracterizó por su temperamento ambicioso y la crueldad con los indígenas como a los españoles que estaban bajo su mando,[5] lo cual le mereció el apodo de Furor Domini («Ira de Dios»).