Como todos los integrantes del Batallón de San Patricio, en México es considerado un héroe y en Estados Unidos un desertor.
Los capitanes John Riley y Santiago O'Leary fueron heridos, así como Francis O'Connor, un soldado enrolado.
[6] A los prisioneros sobrevivientes les fueron marcados la cara y el cuerpo con una D de desertor.
Dalton había expresado previamente su desacuerdo respecto a la forma en que lo trataron.
De hecho, durante el juicio, Dalton fue el único prisionero que se opuso al capitán Alexander, del ejército estadounidense ya que éste lo había maltratado en el camino a los tribunales.
[8] Tras la ejecución, se dice que sacerdotes mexicanos recogieron los cadáveres, entre ellos el de Patrick Dalton y los sepultaron en Tlacopac.