Tratado de Velasco

Además, en el artículo 3º se especificaba: "Las tropas mexicanas evacuarán el territorio de Texas, pasando al otro lado del río Grande del Norte" (para la nueva República de Texas el límite entre su territorio y el de México era dicho río Bravo o río Grande, frente a la división interior mexicana entre Texas y Tamaulipas que estaba fijada más al norte, en el río Nueces).

El nuevo gobierno mexicano de José Justo Corro se negó a ratificar el tratado, por considerar que como prisionero Santa Anna no tenía capacidad legal para firmarlo, con lo que no aceptó la independencia texana ni reconocía por tanto ninguna frontera con la nueva República, pues además, el Congreso Nacional consideraba nula la independencia de un estado habitado por extranjeros, quienes aceptaron respetar las leyes mexicanas (que incluían abandonar el esclavismo).

En los años siguientes tropas mexicanas penetraron en varias ocasiones en Texas llegando dos veces hasta San Antonio en marzo y septiembre de 1842, pero tuvieron que retirarse con lo que no pudieron impedir la consolidación de la secesión.

Tampoco los texanos fueron capaces de controlar la zona entre el río Nueces y el río Bravo cuya soberanía reclamaban, quedando ciudades como Laredo y El Paso en manos mexicanas.

La disputa quedó sin resolver y fue la causa de que tras el ingreso de Texas en los Estados Unidos se desencadenara una invasión de este país a México que concluyó con el Tratado de Guadalupe Hidalgo en el que México tuvo que ceder a Estados Unidos el territorio en disputa al establecerse el río Bravo del Norte o río Grande como la línea divisoria entre Texas y México.

David G. Barnet firmó por Texas el Tratado de Velasco con el presidente Santa Anna
Antonio López de Santa Anna firmó por México el Tratado de Velasco