Un problema de naturaleza similar ocurre en el ámbito de la soberanía parlamentaria o legislativa, cuando una institución legal en particular es omnipotente en su poder legal, hasta el punto que dicha institución puede regularse a sí misma.[5] En efecto la paradoja puede ser analizada como una imposibilidad lógica básica, en el sentido que entiende a la incapacidad («no puede alzar la piedra») como un atributo de la capacidad total (omnipotencia), en lugar de su ausencia o negación.Aun así, otros como René Descartes, argumentan que Dios es absolutamente omnipotente, a pesar de este problema aparente.La definición común, «todo poderoso», no es suficientemente específica para ser útil en el análisis de los problemas planteados por la paradoja.Una respuesta a esta paradoja es que si una fuerza es irresistible, entonces por definición no existe ningún objeto inamovible; y en forma equivalente, si existiera un objeto inamovible, entonces no sería posible encontrar una fuerza que fuera irresistible.Swan dijo: Dios en su infinita omnipotencia puede crear dicha piedra, pero si lo hace, dejará de ser omnipontente, puesto que luego no podrá levantarla.Lewis dice que al expresar la supuesta paradoja no se limita el poder de Dios.Esta es a grandes rasgos la postura expuesta por Matthew Harrison Brady, un personaje de Heredarás el viento inspirado en William Jennings Bryan.El problema es que se puede dar una respuesta similar a este y todo otro paso subsiguiente.Lo cual sin embargo genera la pregunta sobre si el ser era verdaderamente omnipotente, o solo poseedor de un gran poder.[15] Por otra parte, la capacidad para ceder en forma voluntaria un gran poder a menudo es considerada como central al concepto de encarnación en el cristianismo.Más aún, el ser omnipotente no puede realizar lo que es imposible en un sentido lógico.Lo cual no parece ser un inconveniente si es que uno ya ha aceptado el dialeteismo u otra forma de trascendencia lógica.Si entendemos omnipotencia como acumulación de poderes habidos y por haber entonces, entre otros, la entidad contiene el poder de la lógica y por tanto estaría restringido por las mismas leyes, en tanto en cuanto la omnipotencia se excluiría a sí misma.Otra visión sería omnipotencia como cualidad superlativa sobre cualquier tipo de oposición.A menudo se interpreta al filósofo Ludwig Wittgenstein como sosteniendo que el lenguaje no está a la altura de describir el tipo de poder que un ser omnipotente pudiera tener.En su obra Tractatus Logico-Philosophicus permanece en general dentro del ámbito del positivismo lógico, hasta el punto 6.4, pero en 6.41 y las proposiciones subsiguientes argumenta que la ética y otros aspectos son temas «trascendentales» que no son posibles de analizar mediante el lenguaje.[22] El enfoque de Wittgenstein a estos problemas influyó sobre otros pensadores religiosos del siglo XX tales como D. Z.Aunque, se podría en forma muy fácil modificar el enunciado clásico de la siguiente manera: «Sea un ser omnipotente que crea un universo que se comporta según las leyes aristotélicas de la física.Es que dentro de este universo, ¿puede un ser omnipotente crear una piedra tan pesada que el ser no pueda levantarla?» Ethan Allen en su obra Reason trata temas relacionados con el pecado original, teodicedad y otros varios temas con un clásico formato de la ilustración.[28] En el capítulo 3, sección IV, menciona que la «omnipotencia en sí misma» no puede exceptuar a un animal de su condición mortal, dado que el cambio y la muerte son atributos constitutivos de la vida.También puede plantearse de esta forma: ¿Qué pasaría si un objeto inamovible se encuentra con una fuerza atractiva irresistible?
René Descartes
(1596-1650), filósofo que sostuvo la omnipotencia de Dios, más allá de las paradojas que se puedan plantear.
La omnipotencia de Dios y su posible límite ha sido analizada por numerosos estudiosos.