[1] Así, la hoja de metal es sumamente flexible y puede doblarse o cubrir objetos con mucha facilidad.
Su pequeña masa[2] dificulta la acumulación de calor, lo que ha popularizado su uso en hornos, donde se usa para recoger alimentos sin quemarse pese a las altas temperaturas.
En España se le suele llamar papel de plata[3] o albal,[4] debido a una conocida marca.
Aproximadamente el 75 % del papel aluminio se usa para embalar productos alimenticios, cosméticos y químicos, mientras que el 25 % restante tiene usos industriales.
[11] De hecho, latas, ollas y sartenes no liberan el metal excepto con alimentos extremadamente ácidos, y no hay evidencias concluyentes que relacionen la ingesta del mismo con la enfermedad de Alzheimer.
Peligros: No se debe meter en el microondas, ya que absorbe las ondas y puede explotar.