Existen muchas situaciones en las que es conveniente reducir el flujo de calor en una dirección determinada.
Se pueden clasificar, según su composición, en tres tipos de materiales:[2] A la hora de seleccionar el material, la propiedad principal a tener en cuenta, es la resistencia térmica, la durabilidad, la estabilidad dimensional, las prestaciones acústicas, reacción al fuego, y en general todas las características incluidas en el Marcado CE, obligatorio para estos productos.
Además, se utilizan anclajes mecánicos para fijar el aislante de manera segura y estable.
Este revestimiento no solo brinda protección contra las inclemencias climáticas, sino que también proporciona un acabado estético atractivo.
Este sistema proporciona un alto nivel de aislamiento térmico, así como también mejora la ventilación y la protección contra la humedad.
El aislamiento térmico por insuflado es especialmente efectivo en edificios existentes, ya que no requiere grandes obras de remodelación y permite mejorar la eficiencia energética de manera rápida y económica.
El trasdosado con Pladur es una opción versátil y económica para mejorar la eficiencia energética de un edificio, ya que permite adaptarse a diferentes necesidades y requerimientos de aislamiento.