Pasados cinco años se instaló en la Avenue de Ivry e hizo venir al ingeniero Émile Levassor como tercer socio.
En 1892, un coche Panhard fue el primero en viajar de París a Versalles sin ningún problema mecánico importante, y más tarde cubrió las 140 millas existentes entre París y Étretat a una velocidad media de 6 mph.
Se sucedieron complicadas experiencias y diversos ensayos en carretera hasta que René Panhard y Emile Levassor empezaron a vender los primeros automóviles del mundo fabricados en serie; esto fue en octubre de 1881.
Pero la empresa no se decidía a producir coches más populares que permitiesen una fabricación en serie como ya lo hacían sus competidores Renault, Citroën y Peugeot, quienes desde 1930 producían las tres cuartas partes de coches deportivos fabricados en Francia.
La marca de estos magníficos coches cosechaba récords mundiales en circuitos cerrados conducidos por Eyston u Ortmans.
Pero la situación iba siendo muy crítica para Panhard y Levassor en vísperas de la II Guerra Mundial.
El 1954, la carrocería fue remodelada y el coche rebautizado con el nombre de Dyna Z. A pesar de la cultura del aluminio arraigada en Panhard, cada vez se utilizaba más y más acero en sustitución del aluminio para la fabricación de carrocerías, hasta que en 1957 el aluminio había desaparecido en su totalidad.
Finalmente la firma fue absorbida por Citroën en 1967, al necesitar esta más espacio de fabricación para sus propios modelos.