Palacio del Duque del Parque

Pilastras almohadilladas refuerzan las esquinas, mientras que otras cajeadas dividen la fachada en siete calles, la central más ancha, con otros tantos balcones en la planta noble.

Delimitan la portada dos columnas toscanas estriadas exentas, sobre pedestales, que sostienen el vuelo del balcón principal.

Descansa sobre doce arcos sostenidos por columnas toscanas, y actualmente está cubierto de vidrio.

Su fachada, que forma ángulo recto con la principal del palacio, está dividida en tres calles por pilastras almohadilladas y rematada por un friso con relieves de motivos florales.

La puerta, en el centro, alcanza toda la altura del segundo piso y forma un alto arco de medio en cuya clave hay labrado un escudo del marqués de San Feliz.

Molduras mixtilíneas enmarcan las ventanas, y en otros paramentos se pueden ver medallones con cabezas de caballo en relieve.

Este duque falleció en 1723, sucediéndole en los títulos, mayorazgo y bienes, su hija Isabel María, que fue como se ha dicho quien mandó construir el palacio.

También en 1892 adquirió el palacio del Fontán, como se ha dicho, que desde entonces permanece en propiedad de su familia.

Llevó a cabo una completa y primorosa restauración del edificio, y hacia 1901 sustituyó en la fachada los escudos de armas originales por los suyos, que son los que actualmente se pueden contemplar.

[3]​ Durante el cerco de Oviedo, en la guerra civil española, las autoridades franquistas lo utilizaron como sede provisional del ayuntamiento.

que representan a los apóstoles, pintados hacia los años 1608-1614 por el artista cretense y su taller.

Está considerado el mejor palacio urbano habitado del norte de España.

Fachada principal del palacio.
Edificio de las caballerizas.